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Prometeo Liberado

Blog de educación y de crítica social y política que busca luchar contra la estulticia y falta de sentido común instalados en nuestra sociedad.

Rompiendo una lanza

Rompiendo una lanza

Dedicado a mi padre y a mi abuela Ana

 

  La Monarquía se ha modernizado. Bien por propio convencimiento, bien por la enseñanza histórica de lo que le ocurrió a su abuelo por apostar por las oligarquías, Juan Carlos decidió acercar la institución al pueblo y vivir con la modestia y humildad que su rango permitía. El príncipe y las infantas fueron educados sin grandes ostentaciones –creo que cursaron sus estudios superiores en instituciones públicas- y se casaron, con mayor o menor fortuna, con quien el cuerpo, y no el Consejo de Estado ni el de Ministros, les pedía. Otro gesto de llaneza y sencillez. Pero, me pregunto, ¿un príncipe (que significa principal) puede casarse con cualquiera? Si lo miramos desde el punto de vista de la Monarquía y las ideas en las que se basa, creo que no. Puede parecer un pensamiento retrógrado, pero el hecho no soporta el análisis más superficial. Por supuesto, prefiero a Letizia Ortiz antes que a cualquier princesa que ostenta más títulos heredados que los conseguidos por su propia formación, pero si Juan Carlos y su descendencia han de representar al Estado desde su más alta instancia porque es una familia especial, cuya distinción viene directamente de Dios o cualquier otra fuerza abstracta, no debe entrar en la familia nadie que no venga de ésa u otra genealogía de gente también especial. Menos todavía quien ha de parir al nuevo regente. Más que esta idea, lo que es realmente retrógrado y arcaico es la Monarquía en sí misma y aquellos postulados en los que se basa para perpetuarse.

            Llegó Juan Carlos al trono y los hechos de su reinado están ahí para ser juzgados, ¿pero, quién nos dice que Felipe va a ser un buen rey, una buena reina Leonor, o los descendientes de ésta? Ejemplos claros de lo que digo son Felipe II y Carlos III y sus respectivas descendencias. Ésta no es una crítica contra la monarquía española sino, más bien, contra las ideas que sustentan este régimen.

         Pienso, en cualquier caso, que el papel secundario que se arrogó Juan Carlos ha sido cumplido a la perfección y que en la imagen positiva que este país haya podido proyectar hacia el exterior él ha tenido mucho que ver.

       Tampoco me parece negativo su papel como árbitro y mediador en la disputa política. ¿Queremos República? De acuerdo, pero no se nos olvide que el Jefe del Estado será entonces un miembro del PSOE o del PP, previsiblemente del mismo partido que el Presidente del Gobierno, con lo que presumo que la balanza se inclinará hacia su partido, del mismo modo que va el ascua a la sardina.

         No creo en la Monarquía por lo que tiene de clasista e irracional, porque es difícil explicar a estas alturas que la valía personal tiene que ver con la cuna, pero sí creo en Juan Carlos y me gustaría en estas sus horas de otoño romper una lanza a su favor. En este país nos encanta hacer leña del árbol caído y al Rey más de uno lo estaba esperando: la izquierda que anhela la vuelta de una República soñada, el niño que se fue en plena primavera antes de haber podido demostrar su valía. Pero la República que añoramos era el contrapunto a un régimen, el de Alfonso XIII, que nada tiene que ver con el de su nieto; la derecha más conservadora, que jamás ha perdonado su gran traición a aquel que juró un Movimiento y se movió luego para otro lado.

         Todo esto, unido a que el nuestro se ha convertido en el miserable país del todo-vale, ha significado que cualquier pelagatos, cualquier necio, pueda hablar de Juan Carlos sin el menor miramiento ni respeto, haciéndolo objeto de escarnio.

Un país no sólo demuestra su grandeza siendo grande, sino sabiendo reconocer a quien lo hizo –no hace tanto que dejamos morir a Celaya en la miseria-. Ahora le toca al Rey sufrir el cainismo furibundo. ¿Por qué yo, un no monárquico defiendo su gestión y su reinado? Porque han sido buenos. Debemos ver los hechos con perspectiva histórica. Me da igual si Juan Carlos quiso traer la democracia en vez de perpetuar el régimen anterior porque creía en eso o porque no le quedaba otra; lo que juzgo, aquello por lo que en España debemos estarle agradecidos, es por lo que realmente hizo, el camino que emprendió haciendo renacer este sufrido país. ¿Es Juan Carlos, me pregunto, responsable del actual descrédito de la clase política? Tendrá su parte, sobre todo en lo que afecta a su familia. También él está metiendo la pata, y eso me hace pensar que, buscando ya los ochenta, es momento de pasar a un segundo plano. Pero parecemos haber olvidado todos los logros de este país, con indudables sombras, y a Juan Carlos como uno de los motores principales de los cambios. Si esta sociedad quiere seguir por tal camino, recuerde antes si le debe algo o no, aunque no debe haber cheques en blanco. Por mi parte, tengo muy claro que su reinado ha sido el mejor de la historia, aunque analizando los hechos de otros reyes, eso tampoco sea decir mucho.

 Fernando Rivero 

Dedicado a mi padre y a mi abuela Ana

 

         La Monarquía se ha modernizado. Bien por propio convencimiento, bien por la enseñanza histórica de lo que le ocurrió a su abuelo por apostar por las oligarquías, Juan Carlos decidió acercar la institución al pueblo y vivir con la modestia y humildad que su rango permitía. El príncipe y las infantas fueron educados sin grandes ostentaciones –creo que cursaron sus estudios superiores en instituciones públicas- y se casaron, con mayor o menor fortuna, con quien el cuerpo, y no el Consejo de Estado ni el de Ministros, les pedía. Otro gesto de llaneza y sencillez. Pero, me pregunto, ¿un príncipe (que significa principal) puede casarse con cualquiera? Si lo miramos desde el punto de vista de la Monarquía y las ideas en las que se basa, creo que no. Puede parecer un punto de vista retrógrado, pero el hecho no soporta el análisis más superficial. Por supuesto, prefiero a Letizia Ortiz antes que a cualquier princesa que ostenta más títulos heredados que los conseguidos por su propia formación, pero si Juan Carlos y su descendencia han de representar al Estado desde su más alta instancia porque es una familia especial, cuya distinción viene directamente de Dios o cualquier otra fuerza abstracta, no debe entrar en la familia nadie que no venga de ésa u otra genealogía de gente también especial. Menos todavía quien ha de parir al nuevo regente. Más que esta idea, lo que es realmente retrógrado y arcaico es la Monarquía en sí misma y aquellos postulados en los que se basa para perpetuarse.

         Llegó Juan Carlos al trono y los hechos de su reinado están ahí para ser juzgados, ¿pero, quién nos dice que Felipe va a ser un buen rey, una buena reina Leonor, o los descendientes de ésta? Ejemplos claros de lo que digo son Felipe II y Carlos III y sus respectivas descendencias. Ésta no es una crítica contra la monarquía española sino, más bien, contra las ideas que sustentan este régimen.

         Pienso, en cualquier caso, que el papel secundario que se arrogó Juan Carlos ha sido cumplido a la perfección y que en la imagen positiva que este país haya podido proyectar hacia el exterior él ha tenido mucho que ver.

         Tampoco me parece negativo su papel como árbitro y mediador en la disputa política. ¿Queremos República? De acuerdo, pero no se nos olvide que el Jefe del Estado será entonces un miembro del PSOE o del PP, previsiblemente del mismo partido que el Presidente del Gobierno, con lo que presumo que la balanza se inclinará hacia su partido, del mismo modo que va el ascua a la sardina.

         No creo en la Monarquía por lo que tiene de clasista e irracional, porque es difícil explicar a estas alturas que la valía personal tiene que ver con la cuna, pero sí creo en Juan Carlos y me gustaría en estas sus horas de otoño romper una lanza a su favor. En este país nos encanta hacer leña del árbol caído y al Rey más de uno lo estaba esperando: la izquierda que anhela la vuelta de una República soñada, el niño que se fue en plena primavera antes de haber podido demostrar su valía. Pero la República que añoramos era el contrapunto a un régimen, el de Alfonso XIII, que nada tiene que ver con el de su nieto; la derecha más conservadora, que jamás ha perdonado su gran traición a aquel que juró un Movimiento y se movió luego para otro lado.

         Todo esto, unido a que el nuestro se ha convertido en el miserable país del todo-vale, ha significado que cualquier pelagatos, cualquier necio, pueda hablar de Juan Carlos sin el menor miramiento ni respeto, haciéndolo objeto de escarnio.

Un país no sólo demuestra su grandeza siendo grande, sino sabiendo reconocer a quien lo hizo –no hace tanto que dejamos morir a Celaya en la miseria-. Ahora le toca al Rey sufrir el cainismo furibundo. ¿Por qué yo, un no monárquico defiendo su gestión y su reinado? Porque han sido buenos. Debemos ver los hechos con perspectiva histórica. Me da igual si Juan Carlos quiso traer la democracia en vez de perpetuar el régimen anterior porque creía en eso o porque no le quedaba otra; lo que juzgo, aquello por lo que en España debemos estarle agradecidos, es por lo que realmente hizo, el camino que emprendió haciendo renacer este sufrido país. ¿Es Juan Carlos, me pregunto, responsable del actual descrédito de la clase política? Tendrá su parte, sobre todo en lo que afecta a su familia. También él está metiendo la pata, y eso me hace pensar que, buscando ya los ochenta, es momento de pasar a un segundo plano. Pero parecemos haber olvidado todos los logros de este país, con indudables sombras, y a Juan Carlos como uno de los motores principales de los cambios. Si esta sociedad quiere seguir por tal camino, recuerde antes si le debe algo o no, aunque no debe haber cheques en blanco. Por mi parte, tengo muy claro que su reinado ha sido el mejor de la historia, aunque analizando los hechos de otros reyes, eso tampoco sea decir mucho.

Fernando Rivero

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A
Estimado Fernando , me ha gustado mucho su articulo, moderado y pienso que muy obgetivo y razonado . Soy apolitico y el Rey no me molesta , y como tu dices pudo haber dado a España otro destino del que en su dia le dio. ¿ Republica ? pues no se . Pienso que España es diferente en todo ( sin topicos ) y hemos tenido dos republicas y diran los defensores de la republica , que no dejaron que se consolidaran , vale , es posible, pero no me imagino a España gobernada en estos momentos por una republica. Tengo 70 años y he vivido lo mio.<br /> Es mi opinion : Tambien es como se llama mi blog<br /> Gracias por tu articulo y <br /> un saludo de<br /> Antonio Martinez
F
Muchas gracias por su opinión, Antonio. En otros temas soy bastante más radical, pero no en éste, a pesar de todo lo que está cayendo ahora con la familia real.
E
Ciertamente habría que reformara muchas instituciones pero como por algún lado hay que empezar, aunque solo sea por evitar más festejos a costa de los contribuyentes ,pues la prole es abundante, modernicémonos eliminando &quot;La Casa Real&quot;.
M
si, si será todo ese asunto del poder, que por cierto no sólo se manifiesta contradictorio en eso de demos y kratos, sino de otras muchas formas como la del poder que la voluntad personal ejerce sobre el pobre cuerpo, como si fuera de uno (si no he entendido<br /> mal a Agustín), lo que dudo es de la relevancia que haya podido tener este personaje, que no sea la de seguir lo que estaba mandado, tal vez hasta por el tío Sam, el Capital.<br /> Además que parece que ser facha o no podría ser una cuestión genética o neurológica ¿y entonces?.
N
Reconozco que hay que cambiar muchas cosas en este país y que la Jefatura del Estado es una de ellas, pues aunque sea partidario de la labor de Juan Carlos, no creo en el derecho consuetudinario ni en los dinásticos (hasta me ruboriza usar estas expresiones). Sin embargo, me parece más urgente reformar e incluso demoler esas instituciones con poder de decisión que tanto daño están haciendo, como el Congreso. Si hablamos de rémoras, ¿qué hacer con el Senado, las diputaciones, los diputados-representantes de lobbies, consejeros... ¿De verdad pensáis que el Rey debe ser el objetivo de nuestras iras? Evidentemente, ni los elefantes ni su familia están ayudando en nada.
E
Estoy de acuerdo con Luis, lo mejor marcharse pero él y todos los rubios y rubias (aunque sean de bote) que lo rodean y él o la que venga, si es que es necesario, que no sea por derecho hereditario.
L
Prometo no insistir más en el tema, porque creo que está suficientemente delimitado, pero sí añado una evidencia: la mejor contribución de Juan Carlos en este momento es marcharse y dejar al sucesor una papeleta más que regular. Si el que lo suceda consigue ganarse la confianza de la gente, habrá demostrado ser un superhombre.
M
Bueno, pues nada, nos quedaremos con el campechano marca registrada, pero preferiría que abdicara a favor de la rubita directamente y con plenos poderes, o dejar el gobierno en manos de los árboles más viejos, o simplemente la anarquía, qué se yo, todo esto es un coñazo.<br /> Mi padre también me ha hablado de la república con Aznar de presidente vitalicio, entre lo malo y lo peor yo no elijo nada, y sigo soñando, decía Juan Antonio Canta, a mi lo que me choca es este discurso y desconozco qué es lo que ha hecho de bueno el Juancar.
F
El problema está en el Poder. Es lo que a mí me sobra. Por eso no soy partidario ni abogo por ningún régimen, porque la mayoría (todos los experimentados) suponen que hay un Poder más o menos disfrazado de demo-cracia, que siempre es mentira. Al final tenemos oligarquías y más de lo mismo. De todas formas, Manolo, del principio del artículo se desprende que no creo en la Monarquía y lo considero un régimen obsoleto e irracional, aunque no me caiga mal Juan Carlos.
E
No sé si ha mostrado buen hacer durante muchos años y en cuanto a su buena fe creo que hay mucho de marketing. No me identifico con la &quot;casa real&quot; el sólo hecho de tener que aceptar lo de la monarquía parlamentaria me incomoda en lo más profundo. Hoy en día hablar de reyes, príncipes, infantas ...¿sucesión al trono ? pero no era el pueblo el que decidía quienes se sentaban y aunque nos equivoquemos (desde mi punto de vista como ahora) podemos corregir el error en cuatro años, pero esta familia...... &quot;adorable familia ejemplo de esfuerzo, trabajo, dignidad y honradez &quot; ¿qué sigue haciendo en los Presupuestos Generales del Estado????
B
Por supuesto mi abrazo mas grande a mi tio al que quiero a rabiar y le hecho de menos, y respeto a mi abuela a los q van dedicado el articulo. Pero...Primo, me he quedado helao. Este es un felon, perro y golfo. No ha hecho nada por España salvo enriquecerse, soy republicano porque por apellido y sangre no se debe conseguir nada. Me da igual quien gobierne, porque tampoco hay cultura suficiente para instaurar una democracia, la gente es del PP o del PSOE e como es del Madrid o del Betis....<br /> Este jamás se ha mojado en nada, lo mejor que ha hecho fue matar a su hermano. Juró los principios del movimiento, traicionó a su padre...un coralito vamos! Puesto a analizar la historia, hay que eliminar perjuicios, yo me quedo con la primera republica, exenta de paranoias internacionalistas y centrada en
F
Bueno, parece que este blog por fin está sirviendo para algo. Sabía que con este artículo se iba a suscitar mucha polémica. No creo en la Monarquía por las razones aducidas al principio, que son las mismas que las vuestras; tampoco creo en esta democracia, que tiene más de cracia que de demo; pero sí creo en Juan Carlos, su buena fe y su buen hacer durante muchos años muy importantes. Recordad que de lo que pase en el país, no ha sido él el responsable de las decisiones. En cualquier caso me alegra que por fin haya conseguido que os hierva la sangre y os hayáis tirado al ruedo de nuevo. Ojalá se repita.
M
Joder que a éste lo ha criado Franco, y eso de la perspectiva histórica...y que no creo que se trate de si monarquía o república, creo que en este país la cosa es más oscura que todo eso, pero claro ciertas cosas fundamentales de la sagrada transición, que son absolutamente falsas no pueden ni mencionarse, vamos que todo esta democracia es una farsa.
L
Se hace complicado defender algo que no se comparte, pero lo intentaré: después de echar un vistazo rápido a la clase política española de los últimos 40 años, ¿imaginas qué camino habría tomado en el '75 la inmensa mayoría de ellos? Yo creo que habrían aducido razones de posibilismo, de pragmatismo, de moderación (unos, por propia incapacidad y pusilanimidad; otros, como excusa con la que ocultar sus nulos deseos de cambio) para haber dejado las cosas como estaban, con un mínimo maquillaje (fíjate que incluso ahora, en 2013, la involución que sufrimos va en ese sentido). Ése es el valor principal de este vástago del Franquismo: que quizá por deseos de vengar/reivindicar (al fin y al cabo, es la misma raíz) a su padre, dejó a todos los franquistas con un palmo de narices al salir por peteneras. Ahora bien, de los mil fallos y limitaciones de la Transición, no todos imputables a él, habría para escribir tesis doctorales.<br /> Respecto de la reflexión de Elena, comparto del todo la imposibilidad de defender un sistema monárquico con un razonamiento que no sea folclórico, por no decir supersticioso, pero a mí a cambio no me alcanza para tener fe en la República, porque ninguna es realmente pública o del pueblo, y el solo ejemplo aducido por Nando basta para que a uno se le abran las carnes.
E
Aunque su labor sea o hubiese sido buena con perspectiva histórica, pienso que la institución debería desaparecer , la representación de un país ¿hereditaria? ¿la sangre azul asumida e incluso reverenciada? incluso aunque fueran un ejemplo de honradez (que parece no estar de moda) la base en la que se asienta esta institución me parece totalmente inaceptable.
M
¿ Defiendes al rey en serio? Me parece que con lo de los elefantes se retrata el solito y además dudo que haya hecho por si mismo nada bueno.
F
Bueno, Manolo, como digo en el artículo, creo que está metiendo la pata en unas cuantas cosas últimamente, pero en general sí me parece buena su labor si la analizamos con perspectiva histórica.
L
Como comparto contigo padre, abuela y sus simpatías monárquicas no voy a entrar en tu oportuna distinción entre las propias simpatías y el reconocimiento de lo que se ha hecho bien: ahí está para quien quiera verlo, como lo está lo mal hecho. Sí me paro a apuntar una falsa creencia, tan arraigada en España por estar la herida mal cerrada, como la de asociar República e Izquierda: piénsese en los &quot;republicanos&quot; de Estados Unidos y recuérdese que, con diferencia, el más &quot;republicanos&quot; de todos nuestros presidentes, por sus maneras y sus ambiciones, ha sido José María Aznar: ahí está dicho casi todo.
F
A eso me refiero con lo del hijo que murió. ¿Te imaginas la decepción para muchos republicanos si Aznar fuera el primer Presidente y Rajoy el primer Primer Ministro? No sé si lo tienen en mente siquiera como posibilidad.